Por lo general nos centramos en el caballo y no en todo lo que nos aporta, que es mucho, y no sólo para los amantes del mundo ecuestre, ¡puede ayudar a cualquier ser humano!

Hoy os hablamos de un tema de suma importancia. Una prueba fehaciente de lo que los caballos pueden hacer por nosotros, ¡cómo no los vamos a querer! Os estamos hablando de las terapias asistidas con caballos y, muy concretamente, de aquellas equinoterapias o hipoterapias dedicadas a personas con autismo. Todos sabemos que el autismo es un trastorno que afecta a los niños, y les impide tener una conducta fluida en diferentes aspectos, como las interacciones sociales, la comunicación y lenguaje o sus intereses. ¿Y cuales son los beneficios de la equinoterapia en personas con autismo? En este sentido, hay que recalcar que a cualquier niño le gustan los caballos. Se trata de un animal que impresiona debido a su grandeza y fortaleza y, sin embargo, su carácter tranquilo no asusta. Esto es de vital importancia para los niños con autismo, puesto que tienen mayor dificultad para comunicarse y tratan de hacerlo, pero muchas veces no pueden y ya sólo el acercamiento a este animal tranquilo, a tocarlo y a crear un vínculo, les puede ayudar mucho. Además, si se monta en el caballo, el niño puede no sólo mejorar sus habilidades comunicativas, sino mejorar también su autocontrol corporal y habilidades motoras. Esto beneficia en todos los posibles aspectos al desarrollo del niño, ya sea a su funcionamiento psicológico, cognitivo y conductal.

¿Por qué un caballo hace que la equinotrerapia sea tan especial? Ya os hemos dado, algunas pistas, como su grandeza y carácter, pero hay mucho más. Aquí os damos algunas de las claves de que el caballo pueda ser un maravilloso amigo de un niño con autismo. El caballo tiene una temperatura media más elevada que el ser humano. En concreto, de 38º. Es precisamente el calor lo que ayuda a estimular la función psicoafectiva de las personas que están en contacto con el animal. Ya hemos mencionado que el caballo ayuda al control corporal de los niños con autismo si se montan en él. Esto se debe a que transmite impulsos rítmicos directamente a la pelvis, la columna y piernas, ayudando en el desarrollo fisiológico del niño, pues mejora su coordinación. El movimiento del caballo no sólo ayuda a coordinación muscular de los niños con autismo. También le ayuda a conseguir mejorar la comunicación no verbal y valores asociados a este desarrollo pedagógico como la paciencia, la responsabilidad o la tolerancia.

Hace pocos meses, se ha demostrado que los caballos detectan nuestras emociones. Además de estar demostrado, lo cierto es que el caballo es un animal con una "especial empatía y sensibilidad", lo que ayuda psicológicamente a que el niño pueda entablar un vínculo afectivo con el animal. Son todo ventajas, como os comentamos. Y es que el caballo es un animal tan paciente y tan sensible que favorece a toda persona que se le acerque sin mala intención. ¿Cómo no va a ser beneficioso para diferentes terapias?